El detector de talentos, Panchito Hernández posó su ojo clínico, sobre un chamaco que jugaba como delantero en una selección juvenil amateur, y tras hablarlo con el entonces técnico Carlos Reinoso, decidieron traerlo a Coapa. Sin saber qué sería uno de los mejores artilleros en la historia del Club América.
Aquel espigado chaval de Cerro Azul, Veracruz; fue llamado al primer equipo para la segunda vuelta de la temporada 1983-1984. El escenario del debut como azulcrema fue en el Estadio Jalisco donde Carlos Hermosillo hizo un doblete en el 4-0 que los azulcremas endosaron como visitantes ante el Atlas.
En la Ida de la “Final del Siglo”, ante Chivas, el dorsal número 27 se hizo presente en el partido con un tanto, para la Vuelta Hermosillo saltó como titular y América alzó la copa, aunque Hermosillo no anotó.
El ‘Grandote de Cerro Azul’ fue pieza clave de aquel tricampeonato conquistado por los azulcremas, en la 83-84 ante Chivas, a Pumas en la 84-85, donde anotó en el primer y tercer encuentro de dicha final. Aunque en el PRODE 85 no participó por estar convocado con la Selección Nacional, Hermosillo estuvo inscrito en el plantel que consiguió el Tricampeonato para las vitrinas de Coapa.
Con la llegada de “Zaguinho” a Coapa y con mayor madurez futbolística, Hermosillo conformó una de las duplas goleadoras más letales no sólo del americanismo sino de la Liga en general conquistando el Bicampeonato de las temporadas 87-88 y 88-89.
Emigró de Coapa para probar suerte en el futbol europeo con el Standard de Lieja. Después de vestir otras camisetas regresó al lugar donde nunca tuvo que irse.
Pese a que en la Copa Libertadores es señalado por perder la marca en ese doloroso gol de Walter Samuel, además de que tampoco es un confeso enamorado de estos colores, su paso como Águila debe ser recordado con cariño y gratitud por el americanismo gracias a los 5 títulos de Liga, 2 campeón de campeones y una Concacaf que conquistó como azulcrema. Y por si fuera poco, 93 goles le valieron para estar ubicado como el noveno máximo anotador en la historia del Club, ¿con qué valor le podemos recriminar algo a Don Carlos Hermosillo?